Cuba: Tierra, Cielo, Mar, Flora y Fauna

Adivina Adivinadol, ¿Qué se asoma a la Puesta del Sol?

Antes de que alguna mente sucia interprete la fotografía que tomé a orillas del mar en Varadero, Cuba, permítanme mostrarles la otra imágen que capturé, desde el ángulo opuesto, desde el cuál no había rayos solares que afectaran la luz.

Entonces repito: Adivina adivinadol ¿Qué se asoma a la puesta del sol?

Ahhhhhh, pues una lagartija, de esas que abundan en Varadero.
Yo creo que ví con mis propios ojos más de 10 especies en tan sólo 7 días, incluyendo las lagartijonas de cola enrroscada.


Pero no solo vi lagartijas verdes, sino que también loros parlanchines. Como éste de aquí, que en realidad está en cautiverio, puesto que está posado sobre su propia jaula, pero no escapa, quizás porque le gusta el son cubano, interpretado por una mujer de tez oscura y de bella voz, que nos impresionó en aquel restaurant tipo hacienda, aquél día que descubríamos la Habana en Cuba.


Y claro, no podían faltar los chimpancés.... Ejem! Ahhh no ese es Vicco... bueno... hasta aquí la Fauna.


Y ¿que hay de la Flora, la Tierra, el Cielo, el Mar.... y los Paisajes Cubanos? Bueno, lo que más impresionó fueron ciertos paisajes que jamás se repetirán tal cuáles. Felizmente tuve la oportunidad de captar el momento propicio con mi cámara. Nuestro planeta está lleno de espontaneidad... en todos los rincones:



También me llenó de ternura una viejecilla llenita que a duras penas podía caminar. Tuve que tomarle una foto sin su consentimiento. Se ve muy bien sobre esa roca en la playa. La pobre ha de haber sufrido para caminar por ahí. Yo también estuve ahí y sé lo que fué desgarrar mis sandalias con las formaciones puntiagudas de ese suelo.


La roca del mar tiene otras caras, como todo en la vida... Me di cuenta que escondía un hijo. Sí, una pequeña roca que yace a su abrigo y que se refresca con los azotes del mar. Es una madre que no necesita azotar a su hijo... ¡lindo mensaje!


Y en el camino a La Habana, mientras pasábamos por una región llamada "Matanzas", sentía miedo de que la historia de las balaceras del norte de México se dejara ver aquí tambien... con tan feo nombre... pero por su puesto que no fué así... al contrario, me topé con la tranquilidad del cielo y sus nubes y la bondad de las colinas y espacios abiertos. La única contaminación que percibía era el ruido del taxi que nos llevó a La Habana. Era más viejo que alguna de mis tías de México y dejaba salir su pestilencia. El carro pedía auxilio. Le hacía falta una buena afinación.


Conocer Varadero... conocer Cuba. Ha sido una experiencia muy interesante. He visto su riqueza con los ojos de alguien que busca la belleza.


Cuba es un país rico. Solo es cuéstión de caminar por sus tierras, de observar sus cielos, de explorar sus aguas y de convivir con su fauna y flora.

-Victor Velásquez