Uno de mis lugares favoritos, y que últimamente he estado explorando más es "Japan Town".
En Japan Town se pueden comprar todo tipo de curiosidades, a precios no muy accesibles... pero vale la pena cuando se quiere regalar algo que no sea el típico souvenir de USA.
Tomé el autobus 22 que está al bajar del BART (Estación 16 y Mission), en pleno barrio latino y después de subir y bajar en las calles de la ciudad, recorrí parte de la calle Fillmore. Escuché la grabación que anunciaba la parada Geary y ahí fué donde bajé. Tomé la calle Post y ahí estaba la estatua de abanico, que junto con una torre estilo japonés, es el ícono del barrio.
Decidí ir al mall japonés y pasearme por las librerías y las tiendas de curiosidades para comprar uno que otro souvenir para amigos y familiares. Me sentí satisfecho con lo que compré, ya que soy partidiario de regalar cosas distintas y que aporten un valor. En esta ocasión, a través de estos pequeños detalles, he impulsado a mis conocidos para que pongan los ojos en el diseño, conceptos y sabores de la cultura japonesa en Estados Unidos:
Algo que distingue al diseño japonés es la "ternura". Cuando entras a una librería japonesa y entras por los pasillos y observas las calcomanías, las plumas, los llaveros y demás, escucharás más de 2 veces la expresión "This is so cute!".
El factor Sorpresa es otra de las características de los detalles japoneses. Pero también lo es la necesidad de coleccionar, que motiva a las personas a comprar varias veces el mismo producto. Esta caja sorpresa es un ejemplo. En el exterior puedes ver que existe la posibilidad de que que la caja contenga cualquiera de las "sillas de diseñador" que aparecen impresas. Un signo de interrogación. aparece en la mente del comprador, y es precisamente la curiosidad, la que hace que compres. Esta caja fue un buen regalo para un amigo que es diseñador industrial. Coleccionar sillas miniatura de diseñadores que, incluso ha visto en libros que ha estudiado a lo largo de su carrera, es un factor que motiva a la compra.
-¡Qué es esa cosa! me dijo como si se hubiera topado con una criatura de otro planeta.
-Se llama Mochi le dije y es un un dulce hecho de arroz (Rice Cake). Algunos están rellenos de fresa, pero otros, de frijol.
-¿Un dulce con frijoles? - Nosotros los latinos, vemos los frijoles a la hora de comer, acompañados de arroz o carne. Pero nos resulta inconcebible que sean parte del postre. Pero lo mismo sucede cuando llevo tamarindos con chile y limón o paletas con chile y goma de mascar a países anglófonos. Hacen la misma mueca de repulsión. Les resulta extraño que mezclemos el picante con el azúcar.
Me es interesante, traer una perspectiva distinta a mi gente de México, y utilizar la comida como un recurso. El Mochi fué todo un éxito. Para mi tía eran como bonbones, para un amigo eran como pastelitos; una prima dijo que era como el dulce de camote y otro amigo más lo llego a comparar con el Bubbaloo (Goma de mascar popular en México) Todos intentaron buscar un marco de referencia conocido para definir al Mochi. Pero al final de cuentas, el Mochi es simplemente Mochi.
El gusto por el pescado y otros frutos del mar, es parte del paladar japonés, cuando se trata de comer snacks salados. Muchos de ellos son mariscos secos, tales como los dos paquetes de arriba que contienen, calamar seco al natural y calamar seco con chile. Adquirí estos dos paquetes, pensando en que me gustaría reunirme con mis primos en México y ponerme al corriente con una buena plática acompañada de calamar seco y cerveza. Excelente combinación para éstos días de calor sofocante.
2 comments:
eit y yo q no te di!! es q habia mucha gente!
jajajajaja nombre... si eran para ti...
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