Thursday, December 22, 2011

Paris con ojos de artista

En un libro de viajes de bolsillo, de esos que estan hechos para turistas puede verse la típica foto de la Torre Eiffel o de la Catedral de Notre Dame. Y cuando estás ahí frente a los monumentos y tomas la foto confundes un déja-vu con lo que simplemente es una imagen universal y ordinaria, que has visto ya tantas veces en posters, postales y libros de francés. (Aunque claro lo que te interesa es que salga tu imagen con la torre Eiffel de fondo, para así presumir en Facebook y ver cuantos Likes te dan).


Para disfrutar de un recorrido que parece estar trazado en una guía turística es importante apropiarse del viaje. Hacerlo muy tuyo. Darse cuenta que son nuestros propios ojos los que van a apreciar el momento y crearse una perspectiva individual. Cuando te olvidas de que es importante subir a Sacré-Coeur cuando esté despejado para poder ver la ciudad, o que a Paris solo se va en Verano porque luego todos los árboles se quedan pelones, o que es imprescindible terminar el día frente a la Torre Eiffel para poder apreciar sus luces... Cuando dejas de controlar, decides apreciar el momento tal y como es. Con su flujo natural. Con la relación muy personal entre el lugar y tú. Tu historia y la pequeña historia que estás por construir con ese lugar. Ahí tus ojos ya no ven la realidad prediseñada con lo que otros han visto. Ahí te vuelves artista y confías plenamente en tu momento y en lo que te inspira todo eso que ves.


Mira, aquí yo estaba impresionado con las enormes columnas del Panthéon y decidí hacer una conparación al poner de fondo los edificios típicos parisinos de 4 a 7 pisos que abundan en toda la ciudad.



Luego mi atención se posó en la gran cantidad de sillas y mesas vacías en parques y en terrasas de restaurantes. Me hacía pensar que yo visitaba la ciudad en el momento conocido como "temporada baja" ¡¡¡¡Maravilloso!!!! Teníamos todas las sillas para nosotros solos.

Pero es cierto que por momentos, cuando me paseaba por los parques y veía las barredoras automáticas y ciertas áreas censuradas, tenía una sensación similar a la que he tenido cuando llego a un lugar para sentarme y me dicen "Señor, disculpe estamos recogiendo porque ya vamos a cerrar" :(



Pero claro, también tomé la foto típica de Paris con la Torre Eiffel. Pero eso no es lo que me interesa de ésta foto. Más bién lo interesate es el hecho de que yo no la hubiera tomado si ese domingo no hubiera sido el primer domingo del mes. Ya que en ese caso me hubiera tocado pagar por subir al Arco del Triunfo. Subir las escaleras de caracol para llegar ahí, no hubiera sido algo tan necesario e importante para mí. Pero las circunstancias con dicho arco se entrometieron para que fuera parte de mi historia con Paris.



Los viajeros con ojos de artista deja sus prejuicios en la maleta y se dejan seducir tanto por las imágenes de los lugares más picantes como por las de los lugares más dulces y tiernos.




Si no hubiera sido por la bruma gris de noviembre, me hubiera llevado una foto típica y ordinaria de la ciudad de Paris, vista desde la colina de Montmartre, ahí donde está la iglesia de Sacré-Coeur (que por cierto está detrás del fotógrafo). Gracias a la cualidad única del momento, pude tomar una foto fantasmagórica de la ciudad:




No estuve de noche frente a la Torre Eiffel como muchos otros. Pero casualmente terminé el día sentado sobre las escaleras de la iglesia de La Madeleine, comiendo una dulce manzana francesa y observado el va y ven de los carros sobre la calle de dos sentidos que lleva a Place de la Concorde y al Hotel National des Invalides. A cada mordisco que le daba a la manzana me quedaba más y más absorto con el color dorado de la cúpula y de la pirámide en la punta del obelisco. Los imaginaba como centros de poder y admiraba el contraste con el color opaco y ya oscuro del cielo. Abajo otras luces centelleaban. Los autos y los semáforos.




También tuve la oportunidad de ver el Jardin de Luxembourg con flores de otoño. ¿Quien dice que el otoño es triste?




Con ojos de artista, uno puede econtrar los rincones en los que se esconde la belleza y también crear belleza en donde los ojos ordinarios encontrarían una mancha gris.




Son los ojos de artista los que despiertan la curiosidad por el entorno. Por ejemplo, con esta foto ¿apoco no sientes ganas de hacer un acercamieto y ver que es lo que cada persona está haciendo?
Algunos toman la siesta, mientras otros caminan preocupados quizás por todo lo que tienen que hacer. Otros se cuentan los chismes, mientras que otros permanecen callados, obervando el entorno. Quizás alguno de ellos me observa a mí, con mi cámara, mientras se pregunta que fué lo que ví.

Lo que no saben es que ya por ese simple momento, fueron parte de mi pequeña historia etre Paris y yo.

-Victor Velásquez

2 comments:

Ime Gzz said...

Increíble!!!! me transportaste con tu forma de escribir sobre París... que cierto! yo lo pensé: "París debe ser mucho mejor en Verano" pero después ALGO me maravillaba!!! tiene una arquitectura HERMOSA... unas vistas del Río Sena IMPRESIONANTES... si, la Torre de Noche es hermosísima, pero de día es imponente de igual manera!!!... tiene unas calles increíbles... definitivamente me faltó ir a Mont Matre... y también ir al Pantheón, pero espero volver pronto, para disfrutar de mucho más de París, que definitivamente, me dejó ENAMORADA =D...

Gracias por compartir estos sentimientos y fotos tan lindas!!! =D... el ver, no sólo París, con ojos de Artista, te permite APRECIAR la vida en la que estamos, de hecho te permite APRECIAR TU VIDA, que está ahí, y así, por algo en específico...

Un abrazo!

Vicco said...

Gracias por tus palabras Ime :) Eres toda una artista!